Cándido Rodriguez después de varios intentos de trabajar en la empresa privada decide volver a su antiguo oficio, zapatero, oficio enseñado por su padre. En 1979 en una bajera pequeñita alquilada por sus padres a la cooperativa el salvador inicia su andadura . Un principio difícil, ,poco valorado con poco dinero y muchas horas de trabajo. Ya con tres hijas, tenia que trabajar los fines de semanas en algún bar.
Después de todo, gracias a su clientela fiel, mejora el local, amplia y amplia sus servicios. Sale adelante en 1985 con la ayuda de su hija mayor y añade a su empresa arreglo de cremalleras, bajos y cosidos varios. Así están los dos varios años hasta que en el 2005 Cándido por enfermedad tiene que jubilarse.
Azucena continua sola pues quiere mantener la tradición de Zapatero Cándido.
Su hija azucena, tercera generación de zapateros hace sentir orgulloso a su padre, cada vez tiene mas servicios, más clientes a los que cuida con amabilidad y espera seguir muchos años, pues ese es el deseo de su padre que la conozcan como la zapatera.